Abre tu pecho y tu cadera con anjaneyasana.
Anjaneyasana, según cuenta la leyenda, toma su nombre de Anjana, un ser mitológico asociado con las nubes y el agua, una princesa del bosque joven y bella a la que se le daba muy bien bailar. A diario, se dedicaba a rezar ya que su mayor deseo era convertirse en madre.
El Dios del viento, llamado Vayu, era un gran admirador de la princesa, por lo que al oír sus plegarias decidió ofrecerle su ayuda.
Anjaneyasana es una asana de extensión y flexión hacia atrás que ayuda a soltar tensión y con la que se trabajan diferentes partes del cuerpo, favoreciendo así que la energía fluya mejor.
Es posible que al principio, si eres principiante o has empezado hace poco a practicarla, cometas los siguientes errores:
- Que arquees demasiado la espalda pudiendo dañar la zona lumbar.
 - Apoyar todo el peso en la pierna de delante, sobrecargando así la rodilla.
 
Anjaneyasana: beneficios y contraindicaciones
Algunos de los muchos beneficios que puedes notar practicando esta postura son las siguientes:
- Tobillos, piernas y brazos más fuertes.
 - Mejora del sistema digestivo.
 - Mejora de la respiración gracias a la apertura de pecho.
 - Más flexibilidad en la cadera.
 - Espalda más tonificada y flexible.
 - Mejora del equilibrio y la postura corporal.
 - Abdomen más tonificado.
 - Mayor agilidad y control de movimientos.
 - Incremento de la masa muscular en la zona de los glúteos.
 - Ayuda a quemar grasa.
 
No es aconsejable realizar esta asana si tienes:
- Problemas del corazón.
 - Lesiones o molestias en las rodillas (en este caso puedes utilizar una manta al apoyar la rodilla en el suelo).
 - Hipertensión arterial.
 - Estás embarazada (deberás forzar menos).
 - Lesiones en la espalda u operaciones recientes de la columna.
 
Los pasos para hacer anjaneyasana son los siguientes:
- Adopta la postura de la montaña o tadasana, flexiona el tronco hacia delante y lleva las manos hacia la esterilla, ahora da un paso atrás con tu pie izquierdo atrás y apoya la rodilla izquierda en el suelo. El tobillo derecho debe quedar en línea con la rodilla derecha.
 - Poco a poco, ve desplazando hacia atrás tu rodilla izquierda de manera que la rodilla quede por detrás de la cadera y se produzca un leve estiramiento que te haga sentir cómodo.
 - Alza ambos brazos hacia arriba, en vertical, por encima de tu cabeza, y junta las palmas de las manos. Experimenta el estiramiento en la parte delantera de las caderas.
 - Ahora, activa el abdomen y desplaza los brazos arriba y atrás, arqueando la espalda de manera que tu pecho se abra, y en caso de no tener molestias cervicales lleva la mirada hacia tus manos. Si quieres, puedes practicar kali mudra.
 
Dependiendo de tu nivel de yoga, puedes mantener la postura 5 respiraciones. Luego, exhala, y repite la postura del lado opuesto, plantando el pie izquierdo en la esterilla y deslizando hacia atrás la rodilla derecha.