EMOCIONES

Nos informan si estamos satisfaciendo nuestras necesidades, deseos o metas.

“Las emociones apuntan a los problemas para que la razón los resuelva.”

La inteligencia emocional implica utilizar tus emociones, sentimientos y estados de ánimo con habilidad para ayudarte a enfrentar la vida. Todas las emociones actuales tienen una influencia del pasado que afecta tu experiencia presente, pues nuestra manera de enfocar la vida depende de las experiencias que hemos tenido anteriormente. Las emociones se activan por algún estímulo presente o recordando eventos del pasado. Imaginar eventos futuros también te produce emoción, ya que te pueden motivar para la planificación o la acción para evitar problemas.

La emoción en sí misma es una combinación de reacciones químicas, eléctricas y fisiológicas que envían información al cerebro para prepararlo para la acción y éste a su vez responde.

Pero tanto las emociones que sentimos ahora como las emociones que no hemos liberado en el pasado están afectándonos en el presente.

Que las sintamos o no depende de dónde pongamos nuestra atención y de si las hemos reprimido o retirado de nuestra conciencia. Si no ponemos nuestra atención en las sensaciones es probable que estas emociones no manifestadas se densifiquen y pasen a ser materia que se adhiere a diferentes partes de nuestro cuerpo.

Las emociones nos activan para indicarnos que “tenemos que prestar atención”. La emoción es como una señal que te indica que tienes que prestarle atención a algo o a alguien. Detrás de cada emoción hay una necesidad y la emoción es la señal que está pidiendo una resolución. Si no escuchamos esta señal y la reprimimos no quiere decir que se haya resuelto. Quiere decir que la hemos quitado, temporalmente, de nuestra conciencia.

En vez de tratar de controlar, interrumpir, cambiar o evitar la experiencia de la emoción, hace falta que aprendamos a vivirla en armonía. Controlar en exceso el enfado o la tristeza agota nuestra energía. Para conseguirlo es importante aprender a integrar el pensamiento y la emoción.

1. Identificar las emociones

El primer paso es identificar las emociones. Si son negativas (por negativas entendemos que nos son molestas, que nos incomodan o nos producen sensación de malestar), nos están indicando algo que podemos cambiar y entonces lo que tenemos que hacer es prestarles atención. Por ello conviene aprender a tomar contacto con las emociones. Tomar contacto con nuestras emociones es darnos cuenta de lo que sentimos. Es preciso también darnos cuenta de la sensación sentida en el cuerpo, fijarnos en qué sentimos, cómo lo sentimos, dónde lo sentimos. La emoción puede estar relacionada con el pasado, presente o anticipación de futuro.

2. Darse cuenta de los pensamientos

Lo siguiente sería darte cuenta de los pensamientos que acompañan estas sensaciones, de las ideas que te surgen y ponerlo en palabras. Esto hace que lo describamos y delimitemos. Te ayuda a tomar conciencia de lo que estás sintiendo y te proporciona una sensación de que son más manejables.

3. Entender qué me está diciendo la emoción

Tratar de entender qué me está diciendo la emoción: en este paso podríamos empezar a razonar qué es lo mejor que podemos hacer con esta emoción. Por ejemplo, si estoy sintiendo enfado, darme cuenta de qué situación ha disparado el enfado, de la utilidad de manifestar este enfado, si es más conveniente expresarla en el momento o darme un tiempo antes de liberarla.

4. Aplicar la Técnica de Liberación Emocional

Al aplicar la Técnica de Liberación Emocional voy a liberarme del exceso de emoción hasta que llegue a un nivel de relajación y bienestar que me permite tener perspectiva. Cuando estoy desbordado de emoción no puedo razonar muy bien, pero al bajar la intensidad tengo otra visión.

5. Darle sentido a las emociones

Este paso consiste en darle sentido a estas emociones y/o sentimientos, darle un nuevo significado a la experiencia. Cuando le damos una nueva perspectiva también le damos nuevas alternativas y es fundamental para tomar decisiones que produzcan un cambio permanente. De modo que no sólo es importante que sintamos las emociones y/o sentimientos, sino que les demos un nuevo sentido. Cuando tratamos emociones del pasado, además de desactivar la carga emocional, poder darle una nueva narrativa y un nuevo significado nos permite poder trascenderlos e integrar el aprendizaje que encierran.

LAS EMOCIONES PRIMARIAS

Son el miedo, la rabia, la alegría, la tristeza, el disgusto y el asombro

LAS EMOCIONES SOCIALES

Tienen que ver con cómo nos sentimos respecto de los demás y que son la vergüenza, el desprecio, el orgullo, la envidia, etc.

Se denominan así porque se activan en relación con otra persona. No sentimos estas emociones cuando estamos solos a no ser que estemos recordando.