Lo que ocurre en nuestra vida puede ser creado por nosotros mismos.

¿Y si todo lo que ocurre en nuestra vida no es más que una proyección de nosotros mismos para crecer, evolucionar y subir al siguiente nivel? ¿Y si todo lo que vemos fuera, aquello que juzgamos, habla más de nosotros que de lo de fuera?

Despertar es no hacer nada especial. Es simplemente sentir la conciencia de unidad, y experimentar aquello que nos toca vivir.

Nuestro estado emocional se refleja en nuestro cuerpo. Hoy la ciencia dice que la enfermedad se crea primero en la mente, y luego somatiza al cuerpo. Detrás de cada enfermedad siempre hay un conflicto sin resolver. Cuanto más nos resistimos a trascenderlo más se manifiesta.

“Lo que te molesta del otro, es sólo lo que te molesta de ti mismo” Buda

“El agua salada parece salada, sólo para quién ha probado el agua dulce” Rumi

A nivel de relaciones personales, es una buena idea preguntarnos cuando algo no me gusta de otros, qué tiene que ver eso conmigo. Lo que condeno de otros no es más que una condena de mi mismo. Esto no es fácil de ver, e incluso suele crear malestar asomarse a esa posibilidad.

Liberarnos de los apuestos, de catalogar todo como distinto, alto, bajo, gordo, flaco, bello, feo, y parar de juzgar para comenzar a ver todo entrelazado. Darnos cuenta que estamos constantemente proyectando nuestra realidad, y percibiendo aquello que creo que es. Utilizar la proyección para conectar contigo mismo, y poner la atención en que aquello que veo fuera habla más de mi que de fuera.

El reino de los cielos es sólo un estado mental.  Nuestra verdad es nuestra mentira, y nuestras creencias y ego nos confunden. Lo que nos ocurre es un regalo para conocernos, y a partir de ahí evolucionar con lo aprendido. Y mostrar gratitud por ello.

“Sólo sé que no se nada” Sócrates.

La escasez no existe, en el universo sólo existe la abundancia en todos los sentidos, pero nuestra mente condicionada por viejas creencias, prefieren vivir en escasez económica, de amor, de salud, de relaciones. Nos creemos escasos porque nos creemos separados de todo, cuando sólo existe la unidad perfectamente entramada.

“Lo que crees creas, lo que temes atraes, lo que amas se expande”

El otro te revela, una y otra vez, el otro te revela. No estamos aquí para cambiar a nadie, cada uno está aquí para cambiarse a sí mismo a través de los otros. La vida siempre te está hablando de ti, desde una conciencia de unidad. Sin el otro nunca te podrías conocer. Te ayudará a que tus actos ya no sean reactivos, sino reflexivos. Aquello que te molesta o te gusta de fuera es algo que está en ti, es algo tuyo. Esto no es fácil de entender ni de aceptar, pero siempre es tuyo, está hablando de ti. El maravilloso mundo de las proyecciones y percepciones. Cuando lo interiorices ya no habrá juicio, habrá compresión.

¿Quieres ser feliz, o tener la razón?

Observa tu estado emocional sin identificarte con tus juicios. Eso es libertad emocional. El no juicio y la observación constante de tus pensamientos justificativos es la base del desarrollo emocional. La atención lo es todo, es la llave.

Los milagros no son sucesos extraordinarios, sino la liberación de nuestras creencias y percepciones limitantes, que se encapsulan en patrones de comportamientos y automatismos que no logramos anticipar. El reto es aprender a observar libre de juicios. Viviendo desde una conciencia de unidad no dual que te lleva a experimentar paz, abundancia y libertad interior. La no separación de lo que te sucede como algo externo, sino incorporarlo como algo interno y no casual.

“No vemos el mundo como es, vemos el mundo como somos” Un mundo teñido de nuestras creencias limitantes, miedos y carencias derivadas de nuestras experiencias de vida. Dos de los grandes males de la sociedad son: no sentirse capaz, y no sentirse merecedor/a de amor. Y esto que causa mucho sufrimiento no es nuestro, es de lo de fuera porque en nuestro interior sólo hay amor, ya que es nuestra esencia.

Pero como vivimos ajeno a ello, siempre estamos proyectando en el mundo el contenido que hay en nosotros importado de fuera, y esto, lo podemos usar como recurso para dar un salto exponencial a nivel emocional, y darnos cuenta que lo que me gusta y me molesta de fuera es algo que tiene que ver con lo mío, con lo interno. Verlo así es un acto de amor. Pero preferimos poner el dedito para fuera, y culpar a los demás, a mi pareja, a mi madre o padre, a mis hijos, al gobierno, a lo que me pasó, y no vemos que está en nosotros. Llamada “la sombra” por el psiquiatra Carl G. Jung. Cuando empiece a comprender que es imposible ver algo fuera que no esté dentro comienza mi evolución, paso al siguiente nivel.

“Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio”

La neurociencia dice que lo que vemos es una fantasía que fluye desde dentro hacia afuera. Las interpretaciones que hago de las necesidades de los demás son las interpretaciones de mis propias necesidades.

O sea, que la realidad es el testimonio de tu estado mental. Así como el hombre, es lo que percibirá. Transforma la percepción de la vida, y pasa de la proyección inconsciente a la indagación consciente. “Soy responsable de lo que veo” y convertir cada relación, y cada experiencia de vida, en un espejo sagrado de crecimiento es conocerse, y madurar. El agresor revela al maestro, es decir, dejar de pedir que el mundo cambie, y comenzar a cambiar la mirada con la que creas tu vida. ¿Mentalidad de carencia o de abundancia? ¿Qué sintonizas cada mañana, qué proyectas y atraes a tu vida? Un acto de valentía y crecimiento es aprender a invertir lo que proyecto, ver que hay de mí que crea eso que veo fuera, hacerme responsable, y trabajar para cambiar en mi ese miedo o carencia proyectado.

Pregunta de autoindagación práctica: ¿Para qué vivo esta experiencia? ¿Qué me está tratando de hacer ver la vida con esto que me sucede? ¿Qué te refleja hoy la vida y te invita a liberar?

Atraemos nuestras experiencias a nuestra vida, somos la causa, y los demás el resultado. La vida en su inmensa generosidad me trae aquello que necesito aprender. Todo lo que me irrita de otros me puede llevar a conocerme, tiene que ver conmigo. Cuando emitimos juicios sobre otros estamos hablando de nosotros. “Cuando Pedro habla de Juan, está hablando más de Pedro que de Juan.

“Soy responsable de lo que veo. Elijo los sentimientos que experimento, y decido los objetivos que quiero alcanzar. Todo lo que parece sucederme, yo mismo lo he pedido, y se me concede tal como lo pedí” UCDM, Lección 21

Por ejemplo: Si tu pareja te traiciona, la pregunta que nunca se haría el ego es ¿Para qué se me ha engañado? ¿En qué me estoy engañando yo? ¿En qué no estoy siendo fiel a mí mismo? Esto es entender las proyecciones, y el sentido de la vida. La infelicidad que puedo ver de fuera, cualquier experiencia traumática de fuera está hablando de mí, porque mi vida va siempre de mí, los demás son simplemente agentes. ¿Para qué he elegido yo vivir esa experiencia? La respuesta puede ser: porque le he dado mucho poder a los demás olvidándome de mi, o me he traicionado a mí mismo por no hacer aquello que era mi responsabilidad. Y cuando te llega la respuesta trasciendes, avanzas en este juego que se llama vida. Si no, estás una y otra vez en la casilla de salida, atrapado en la rueda del hámster. Tú decides, culpar, o aprender, y crecer. Se trata de descubrir el tesoro que hay detrás de aquello que proyecto fuera para hacer cambios en mi vida, libre de juicios.

“Hasta que usted no haga consciente lo inconsciente, éste dirigirá su vida, y usted lo llamará destino, o mala suerte” Carl G. Jung.

Lo que alimenta al sufrimiento es creer que lo que nos ocurre es por voluntad divina, un mal karma, poniendo el dedito para fuera y culpando a los demás, eludiendo nuestra responsabilidad, la responsabilidad de la vida que nos creamos con nuestros pensamientos, creencias y patrones de comportamiento aprendidos. Cuando cuestionamos nuestra verdad empezamos a ver la abundancia de la vida, las posibilidades que se nos brinda cada día, pero que no vemos. Verás tu valía a través de los ojos de los demás, liberarnos para ver al salvador donde antes veíamos al agresor. Si tú no cambias, la vida te repetirá más de los mismo una y otra vez hasta que tomes la decisión concreta de sentir en ti lo que hay fuera, a realizar en ti el cambio que tanto anhelas en el otro.

¿Hasta qué punto estás dispuesto a cuestionarte tus verdades, tus valores, y tus creencias, para liberarte de tus limitaciones, las cadenas que condicionan tu mente? ¿No te sientes capaz, o suficiente para ser querido/a? ¿Son tuyas (identidad) o de otros (personalidad)?

“Nunca estás disgustado por la razón que crees? Es sólo una información pasada que está todavía de forma inconsciente en nosotros. Comienza a hacerte responsable de lo que atraes, sin culpar a la vida, y la casualidad.

“El azar no existe, Dios no juega a los dados” Albert Einstein

“Conoce lo que está frente a tu rostro, y lo que está oculto de ti será revelado” Jesús, evangelio de Tomás