Este es un código que, cuando caes y lo haces consciente, te recodifica todo.
Todo todo,
Como si fuese un código raíz de tu inconsciente.
No es cuánto,
es cómo.
Me di cuenta de que un código profundo del inconsciente herido
que busca sobrevivir,
que se preocupa por todo y tiene miedo,
que tiene grandes vacíos por sanar,
…
es mirar siempre cuánto.
La cantidad le importa mucho
porque el miedo es a no tener suficiente,
no ser suficiente,
quedarse sin (de lo que sea)
por eso, estrés
por eso, no parar
por eso, comprar
Por eso, correr, correr, correr
por eso, tener, tener, tener
por eso, pedir, pedir, pedir
por eso, dar, dar, dar
por eso,
hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer, hacer
más, más, más, más, más, más, más, más, más, más
y claro, nunca es suficiente,
porque la respuesta no es cuánto,
es cómo.
¿Crees que la respuesta es comer hasta hincharte de tu comida favorita para así estar satisfech@ y feliz?
o servirte una cantidad adecuada y disfrutarla y saborearla tanto que dices:
mmmmmmmmmmmmmmmmhhhhhhh gracias, qué rico, qué suerte,
si lo haces aprisa, con el foco en el cuánto, nunca será suficiente
porque te quedas en la superficie,
nunca será suficiente
porque no lo disfrutaste,
no lo viviste,
no estabas ahí realmente (aunque creas que sí),
estabas con el piloto automático, queriendo más (aunque creas que no),
queriendo tapar el miedo, el vacío, la inseguridad,
cuando no tienes miedo a no ser/haber/tener suficiente
con uno basta,
(y a veces ni eso)
porque lo viviste,
lo saboreaste,
lo eres.
Cuando vives con miedo a morir
nunca es suficiente,
pero cuando VIVES,
con una te basta,
cuando vives desde el cómo
desde saborear
desde apreciar
desde sentir
…
da igual cuánto,
porque te llena tanto…
y causalidades de la vida,
eso mismo, vivirlo desde el cómo,
es lo que genera algo tan extenso y abundante,
que cuesta creer que realmente no haya límites en el universo,
y que siempre haya más que experimentar y recibir.
No es más,
no es más rápido,
no es más grande,
no es más cantidad,
es más profundo,
más sutil,
más rico,
en cada bocado,
en cada movimiento,
en cada inspiración,
en cada palabra,
en cada caricia,
en cada instante.
Porque no es cuánto,
es cómo,
y eso lo cambia todo
Un abrazo,
Rubén de El Sendero